viernes, 20 de enero de 2017

Artículo final

Repasando conceptos


En este artículo final, pretendo reflexionar sobre lo que he aprendido estos últimos meses acerca de la educación literaria y para ello, voy a seguir el orden de las actividades que he realizado.


Bloque 1: Análisis y selección de un cuento de literatura infantil




Antes de empezar la asignatura, desconocía el papel fundamental que desempeña el profesor en la selección de los cuentos. Creía que se guiaban fundamentalmente por las indicaciones marcadas en cada libro, en el apartado edad recomendada. Además desconocía por completo que existen cuentos literarios y otros que, pese a tener un aspecto parecido, no lo son. 

Lo primero que tuve que aprender para realizar este trabajo, es que no todos los cuentos pueden considerarse literarios. Los cuentos literarios pueden entenderse como obras de arte; el autor los escribió por el placer de escribir y contar una historia, no con una intención didáctica. Si en cuento, los aprendizajes vienen explícitamente marcados en el libro, estamos hablando de paraliteratura.

¿Eso significa que los cuentos literarios no pueden enseñar cosas al lector? No, significa que todas las reflexiones y aprendizajes quedan abiertos, para que el lector extraigas sus propias conclusiones.

Gracias a este trabajo aprendí que hay que tener cuidado a la hora de seleccionar un cuento, teniendo en cuenta varios aspectos: el tema principal y los secundarios (ya que es importante que los lectores los entiendan correctamente y los puedan vincular con sus experiencias), los personajes (ya que los lectores deben poder identificarse con alguno de ellos), el tipo de lenguaje (porque debe ser comprensible y apropiado para la edad de los niños) y el formato del libro (debe ser manejable y atractivo para el lector).

Como dato curioso, o que me llamó especialmente la atención, es que un personaje negativo, no es el que representa las adversidades a las que tienen que hacer frente los personajes positivos, sino aquellos que se muestran apocados, no tienen personalidad y necesitan que otros les    ayuden.

Se que en el futuro tendré muy en cuenta estos aprendizajes e intentaré seleccionar libros que consigan despertar en los niños ilusión y amor por la lectura (adecuados a su edad tanto en contenido como en formato), ya que si cometo errores en la selección, puedo desmotivar a los niños y alejarles de la lectura, algo que, sin duda, será triste y peligroso.

Bloque 2: Textos folclóricos. Selección y adaptación



Antes de empezar este trabajo, no sabía exactamente a que hacia referencia la palabra textos folclóricos. Gracias a este trabajo, entendí que eran aquellos cuentos transmitidos por vía oral a lo largo del tiempo; lo que podemos entender comúnmente como cuentos de toda la vida. Aquellas historias que nos han contado nuestros padres y abuelos en numerosas ocasiones.
Tampoco sabía la gran importancia que tiene el carácter oral a la hora de transmitir estos cuentos y la cantidad de temas sobre los que se puede reflexionar a partir de las historias que plantean.

A lo largo de estos meses, he entendido que es importante buscar  momentos para narrar este tipo de cuentos a los alumnos ya que los cuentos folclóricos,  así como otros formatos de literatura folclórica,  son un recurso buenísimo para acercar a los niños a la historia y la cultura de un país.  Además nos ofrecen la posibilidad de reflexionar, de manera conjunta, sobre los aspectos positivos y negativos que ponen de manifiesto esas historias. Pese a lo que muchos puedan creer (yo misma hace tres meses), Hansel y Gretel o Caperucita Roja, no son cuentos infantiles, sino que son historias contadas por y para los adultos, ya que plantean temas que requieren un profunda reflexión sobre conceptos abstractos como la honestidad o la justicia. 

¿Significa eso que debemos mantener alejados a los niños de este tipo de cuentos? No, significa que quizá debas buscar o realizar, como profesor, alguna adaptación adecuada para la edad de los niños y esperar al momento evolutivo en el que puedan entender y analizar, como es debido, los temas que se plantean en los relatos. De lo contrario, no podrán crear un vínculo entre ellos y la historia, que es lo que se pretende.  

A lo largo de mi carrera profesional,  he podido comprobar que rara vez se utilizan de manera correcta este tipo de cuentos; en muchos casos no se espera al momento adecuado y acaban siendo los adultos los que trasladan a sus alumnos las conclusiones y reflexiones finales, privando a los niños la posibilidad de darles su propio significado. Es importante dejar "la puerta abierta" a las ideas del niño y valorar cualquier tipo de reflexión, por peregrina que parezca. Son sus ideas las que importan, no las tuyas. 


Bloque 3: Literatura española y cultura literaria. La semana literaria



Me siento bastante orgullosa del trabajo que realice en este bloque, porque para mí suponía el reto más grande de la asignatura. En primer lugar porque, lamentablemente, mis conocimientos sobre la literatura española eran bastante escasos y en segundo lugar, porque tenía que poner en marcha mi imaginación para programar yo sola un monográfico semanal, con sus correspondientes actividades.

Lo primero que hice fue leer la teoría sobre la historia de la literatura española y me di cuenta de que desconocía muchas cosas. Gracias a este trabajo entendí la importancia que tuvo el siglo XVI,  también conocido como Siglo de Oro, para el desarrollo literario y cultural de nuestro país.  También descubrí que las Jarchas Mozárabes son los primeros textos literarios de los que se tiene constancia en nuestro país.  

Para la semana literaria escogí a Antonio Machado, un autor de la generación del 98.

Me pareció el más adecuado ya que su obra literaria ha sido muy importante y ha tenido una gran influencia en autores posteriores como en su hermano Manuel. Además, lo elegí por motivos personales, ya que su vida esta relacionada con Castilla y León,  de donde proviene mi familia materna. 

En cuanto a la programación de la Semana literaria, creo que conseguí plantear actividades útiles a nivel didáctico y atractivas para los alumnos.  Lo cierto es que a medida que avanzaba en la programación, más ilusión sentía por llevarla a la práctica, hasta el punto de que dude si presentársela a mi tutora de prácticas para que lo llevara a cabo con sus alumnos. Al final no lo hice, porque, como es habitual en muchos colegios, la profesora contaba con poco tiempo para trabajar los contenidos de la asignatura planificados para ese trimestre.

Lo cierto es que en la práctica educativa, cuesta bastante trabajo encontrar tiempo para realizar actividades de este tipo, lo cual es verdaderamente triste, ya que con este tipo de actividades se pueden trabajar muchos contenidos, de una manera más lúdica y atractiva para los niños. 

Creo que es bastante habitual encontrar niños, como yo, que al finalizar sus estudios tienen grandes lagunas en cuanto a la cultura literaria de su país y esto puede deberse a que los contenidos no se trasmiten adecuadamente, posiblemente por falta de tiempo y de creatividad, y los niños no los aprenden de una manera significativa.

Creo que las actividades prácticas pueden ser muy útiles y, en este sentido, estoy segura de que en el futuro lo tendré en cuenta y buscare la manera de poder introducir ésta y otras propuestas didácticas parecidas, dentro de la programación.

Desde hace tiempo, soy una firme defensora de que, en educación, muchas veces es preferible enseñar poco y bien, que mucho y mal. En muchos casos los profesores intentamos abarcar demasiados contenidos, que se transmiten con una metodología magistral, y eso finalmente resulta inútil y acaba por desmotivar a los alumnos.


“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”

Benjamín Franklin  (1706-1790)



Bloque 4: Animación a la lectura





Bajo mi punto de vista, este es uno de los bloques más importantes de los que se presentan en la asignatura, ya que nuestra labor fundamental, como profesores de lengua, es despertar en nuestros alumnos la ilusión y el amor por la lectura.

Para ello, los niños tienen que comprobar que no todos los libros se leen para aprender algo. Es más, la mayoría de los libros que leemos a lo largo de nuestra vida, se leen por el placer de leerlos, para descubrir historias nuevas o lugares diferentes.

Desde mi experiencia profesional he podido comprobar que en muchos casos los niños leen sin ilusión; se ven obligados a leerse libros, sobre los cuales después tienen que hacer trabajos costosos y en muchos casos inútiles.

Muchos profesores utilizan los libros sólo para evaluar la comprensión lectora, pero un libro tiene que ser un fin en sí mismo, no un recurso de evaluación. Si cada vez que un niño se lee un cuento o un libro, le preguntamos sólo por cuestiones de comprensión denotativa (qué ha pasado o de qué color era la casa) y además le damos un feedback negativo si se confunde o se equivoca, lo único que estamos consiguiendo es desvincular al niño del mundo de la lectura. Que es exactamente lo contrario a lo que debe aspirar un buen profesor.

¿Significa eso que no se debe evaluar la comprensión lectora de los niños? No, significa que, como profesores, debemos buscar otros medios para hacerlo, con otro tipo de textos como canciones, recetas, instrucciones, etc…  para que los niños no identifiquen los libros o cuentos, con materiales de evaluación.

Creo, firmemente, que es más útil, después de una lectura, plantear cuestiones relacionadas con la comprensión connotativa; preguntas abiertas que den la posibilidad a los niños de dar al cuento su propio significado, identificarse con las historias o protagonistas y plantear ideas alternativas. De esta manera, estaremos evaluando la comprensión del argumento, a la vez de que despertamos la imaginación y la capacidad de reflexión de los niños. Y es muy posible, que si un niño no se ha leído la historia, la próxima vez tenga más ganas de leer lo que se propone en clase, ya que de esa manera va a poder participar en las reflexiones grupales como el resto de sus compañeros.

Cuando de mayores recordamos con cariño un libro que leímos en nuestra infancia, posiblemente no recordemos cada detalle de la vestimenta de los protagonistas, ni siquiera  todo lo que pasó a lo largo de la historia, pero sin duda recordaremos lo que ese cuento significó para nosotros, las enseñanzas que nos transmitió o que nosotros interpretamos de manera natural y las personas con las que compartimos nuestras impresiones. Eso es lo que diferencia una lectura significativa, de otra que no lo es.

“Leer un libro no es sólo entender el argumento, es entender también lo que significa para ti”

Ana Martín Posada



Bloque 5: Creación literaria



Desde el primer momento en que supe lo que había que hacer en este bloque de la asignatura, sentí mucha ilusión y ganas de llevarlo a cabo. Creo que la creación literaria es un elemento fundamental en la formación de los niños. Con este tipo de actividad podemos trabajar muchos aspectos al mismo tiempo, como la creatividad, la ortografía, la expresión escrita, etc. y todo de una forma lúdica y divertida.

También me ha servido para entender que a la hora de corregir este tipo de actividades, es muy importante centrarnos en el contenido (las ideas y la forma de expresarlas) y no tanto en el aspecto formal del trabajo (como la ortografía o la caligrafía), porque puede resultar muy frustrante para los niños. Eso no significa que no puedas observar y tomar nota de aquello que está mal, pero sería muy contraproducente devolverle a un niño un trabajo repleto de correcciones. Lo que se busca fundamentalmente con  este tipo de actividades es ilusionar al niño por la escritura, despertar su imaginación y que se familiarice con diferentes géneros literarios; no como un medio para evaluar.            
Gracias a este trabajo he comprendido que en este tipo de ejercicios, es importante que el profesor plantee alguna propuesta a sus alumnos o alguna actividad para superar el efecto de folio en blanco. Muchas veces los niños tienen problemas a la hora de empezar a escribir por falta de ideas y es ahí donde el profesor juega un papel fundamental.

En la teoría de la asignatura, en el catalogo de actividades, encontré muchísimas ideas interesantes para despertar la imaginación de los niños. Las propuestas que me parecieron especialmente interesantes fueron: el texto collage, el cuento encadenado, el binomio fantástico y la hipótesis absurda. Sin embargo, en mi propuesta de creación literaria, no incluí ninguna de estas actividades por falta de tiempo, ya que tuve que centrarme en otras asignaturas, a las no había dedicado tanto tiempo a lo largo del trimestre. No obstante, estoy convencida de que me resultarán muy útiles en mi futuro profesional, ya que todas ellas son propuestas muy interesantes y divertidas.

De lo que sí me siento muy orgullosa, es de la creación literaria que hice en formato de libro. No era la primera vez que lo hacía, pero sí la primera vez que lo hacía de una manera tan original y creativa. Gracias a esta asignatura me he dado cuenta de que cualquier soporte físico puede ser utilizado para albergar un texto escrito. Disfruté mucho mientras lo hacía y viendo las caras de sorpresa y de ilusión de los niños al finalizar el proceso.




En esta asignatura he aprendido muchas cosas; 
cosas que, sin duda, me van a ser de gran utilidad el día de mañana. 
Muchas gracias :)








1 comentario:

  1. Muy buen artículo. Has olvidado incluir bibliografía pero, por lo demás, está estupendo.

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